Raúl Flores Martínez.
En este sexenio, hemos sido testigos de diversas agresiones contra elementos de las distintas policías y Fuerzas Armadas, que tienen temor de utilizar sus armas para enfrentar a la delincuencia.
Este miedo se da por un tema, que es poco conocidos, son observados, fiscalizados y supervisados por mecanismos externos que les amarran las manos, y no les permiten la aplicación de la ley, la cual no debe negociarse, sino aplicarse.
Hace un par de días que escuche al secretario de Seguridad Pública del Estado de México, Rodrigo Martínez –Celis, durante la presentación del Informe “La situación de las Policías en México” realizado por la organización Civil Causa en Común, dónde aseguró que la ley no es negociable y debe de aplicarse.
Algo que hemos visto, es que sin importar que sean policías municipales, estatales, ministeriales e incluso los elementos de las Fuerzas Armadas, tienen permitido utilizar su arma de cargo contra las personas que los agredan; sin importar que éstos sólo tengan un arma blanca.
Las palabras Rodrigo Martínez, son firmes y sobre todo conocedoras del tema de la seguridad.
“Estos mecanismos externos de supervisión, hacen que les tengamos terror a aplicar los protocolos de uso legítimo de la fuerza, la fuerza se puede utilizar, un policía puede accionar su arma, si o si, aunque la persona que esté enfrente solo tenga un cuchillo, si la puede utilizar, apegados a protocolos y aquí se ha publicado el protocolo y existe la ley, pero muchos de estos mecanismos externos, se han pervertido y el resultado es que nuestras y nuestros compañeros, tengan terror a utilizar su arma”.
Armas que le han quitado la vida a más de mil elementos de las diversas corporaciones de seguridad pública y Fuerzas Armadas.
No es un secreto que en México es el único país del mundo, donde sus corporaciones policiacas, tienen múltiples insuficiencias y deficiencias resultado de un abandono institucional crónico, generalmente caracterizado por presupuestos insuficientes y mal ejercidos; condiciones laborales abusivas; y brechas crecientes entre sus procesos de desarrollo, su realidad operativa y las leyes que los rigen.
De acuerdo con el Informe “La situación de las Policías en México” realizado por la organización Civil Causa en Común, se demuestra que en México se mata a un elemento de seguridad pública al día al tener del periodo de enero 2018 al 24 de mayo de 2022, mil 556 policías que han sido asesinados.
El Informe señala que del 1 de enero de 2018 al 31 de diciembre de 2020 han asesinado, al menos, a 1,422 policías en México: Durante 2018 asesinaron, al menos, a 452 policías. En promedio, 1.24 policías fueron asesinados cada día. Durante 2019 asesinaron a 446 policías. En promedio, 1.16 policías fueron asesinados cada día. En 2020 ha sido el año más violento para los policías desde que se lleva el registro, con al menos, 524 policías asesinados. En promedio, 1.42 cada día.
Los estados con más casos de homicidios contra elementos policiacos registrados en 2018 fueron: Guanajuato (66), Estado de México (47), Guerrero (44), Chihuahua (31) y Puebla (30), mientras que para el 2019, los estados con más casos registrados fueron: Guanajuato (73), Michoacán (41), Chihuahua (32), Jalisco (29) y Guerrero (26).
En 2020, los estados con el mayor número de policías asesinados fueron Guanajuato (84), Estado de México (39), Veracruz (39), Guerrero (37) y Chihuahua (35). Los estados con el mayor número de policías asesinados desde 2018 a la fecha son Guanajuato (223), Estado de México (109), Guerrero (107), Chihuahua (98) y Veracruz (84).
PP
La mayoría de los policías asesinados han sido preventivos (1,083), seguidos por ministeriales (188), policías federales/guardias nacionales (65) y tránsito (55).
