Isaías Villa González*.
El presidente López Obrador ha demostrado con creces que le gusta mentir con descaro; prometer y engañar sin rubor. Así lo hizo con su promesa de que iba a regresar al ejército a los cuarteles, para luego empoderarlo. Así también que en México tendríamos un sistema de salud como el de Dinamarca, y la realidad es una alta mortandad y morbilidad por falta de atención y medicamentos.
¿Qué persona en sano juicio le creerá, ahora, que su iniciativa de Reforma electoral es para avanzar en Democracia? Creo que inclusive muchos de sus simpatizantes, con un mínimo de espíritu democrático, saben que es para restringir la competencia y demeritar la pluralidad. Están a tiempo: o se desmarcan o pasarán a la historia como cómplices.
A la oposición y la ciudadanía demócrata nos toca seguir desnudando la farsa.
Dicen AMLO y morena: “El INE no desaparece, cambia a Instituto Nacional Electoral y de Consultas (INEC), y seguirá siendo autónomo”. ¡Caray! Si solo es un cambio de nombre ¿para qué una reforma? Lo que no dicen es que buscan confeccionar mañosamente al tal INEC, para asegurar su subordinación total. Y luego organizar elecciones a modo, para arrasar completamente. Según su iniciativa se elegirían por voto directo a los 7 Consejeros, de entre 60 propuestas hechas por: 20 el Presidente, 20 el Legislativo (10 por Diputados, 10 por Senadores), 20 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Así como han impuesto tantas aberraciones ¿alguien todavía cree que procesarán Consejeros profesionales e imparciales, como es ahora por obligación de ley? Por supuesto que no. Impondrán los que el presidente mande, y serán tan “autónomos” como la doblegada presidenta de la CNDH, Rosario Piedra.
AMLO y morena buscan que las actividades ordinarias de los partidos políticos se financien solo con “Aportaciones” de particulares. Es decir, quieren legalizar sus prácticas corruptas, donde se enseñorea el “cash”. Sobres amarillos donde recaben abierta y legalmente dinero del erario, desviados de sus fines de beneficio público; y recursos de oscura procedencia. De esa forma buscan, también, legitimar las influencias de poderes fácticos: empresarios, iglesias y crimen organizado.
Proponen “reducción a 30 minutos diarios de propaganda política en Radio y Televisión”. ¡Caray! No hay razón para que el propio Estado se reduzca de 48 a 30 minutos el tiempo destinado “a sus fines y al ejercicio del derecho de los partidos políticos”. A menos, claro, que López Obrador quiera pagar los favores de los concesionarios, regresándoles tiempo para comercializar. Y con ello fortalezca su trato complaciente y acrítico.
Dice AMLO en su narrativa polarizadora y populista, pero falsa, que busca recortar recursos al INE (4.5 mil millones de pesos en 2023) para destinarlos a los programas sociales. Sin embargo derrocha recursos en proyectos cuyos beneficios son aún inciertos, por decir lo menos: 104.5 mmdp al AIFA; 300 mmdp al Tren Maya; 360 mmdp a la Refinería Dos Bocas.
Además, el pretendido ahorro del recorte es una falacia que podemos resumir en el dicho popular: “lo barato suele salir caro”. El más claro ejemplo es el “ahorro” obtenido con la reducción del presupuesto al STC-Metro de la CDMX, durante el mandato de Sheinbaum. Ello ha propiciado un servicio muy deficiente, fallas y accidentes continuos. Tan graves como los que llevaron al derrumbe de la Línea 12-Tláhuac, que costó 26 muertes y decenas de heridos y damnificados.
La Democracia debe contar con los recursos suficientes para sustentar una genuina representación de la pluralidad política del país, y para garantizar el voto libre, consciente y efectivo de la ciudadanía. En ello se ha basado la paz social en México, el último cuarto de siglo. Antes hubo un siglo XIX de caudillos y asonadas, una revolución que buscó “sufragio efectivo no reelección”, y una histórica lucha contra la llamada “dictadura perfecta” del presidencialismo imperial.
Así que saldremos a defender los avances democráticos, expresados en la existencia del INE. Juntos: la oposición y la sociedad civil. La movilización del domingo 13 de noviembre es el inicio. Y exigiremos que legisladores del PRI, PAN, PRD, MC rechacen con gallardía las pretensiones autoritarias. Llamaremos a que también lo hagan los legisladores del oficialismo que conserven algo de dignidad democrática. Es un momento crucial de nuestra República democrática.
*Fundador y Consejero Nacional del PRD. Vicecoordinador de Nueva Izquierda.
