Un juzgado mexicano autorizó otorgar cinco propiedades ubicadas en Zapopan, Jalisco, del narcotraficante Rafael Caro Quintero al Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
Ello, luego de que el juez determinara que Caro Quintero destinó ganancias obtenidas por el transporte y venta de mariguana, metanfetamina y cocaína, entre enero de 1980 y marzo de 2015, a comprar propiedades en Jalisco.
El capo puso después dichos bienes a nombre de miembros de su familia, con el objetivo de no le fueran incautadas estas propiedades por el Gobierno de México.
Breon Peace, Fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York, y Anne Milgram, Administradora de la Administración para el Control de Drogas (DEA) de los Estados Unidos, anunciaron la orden de incautación y decomiso por parte de un tribunal mexicano.
