México.- Han pasado ocho meses desde que el Gobierno Federal aprobó el decreto presidencial que prohíbe la circulación y comercialización de vapeadores y cigarros electrónicos, pero pese a que incrementaron los operativos a establecimientos, los esfuerzos no han sido suficientes puesto a que el mercado negro sigue incrementando considerablemente y el consumo del cigarro no disminuye.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) informó en octubre que, desde mayo del año pasado, logró decomisar 72 mil dispositivos en 2022 en el país, mientras que en la Ciudad de México, la Agencia de Protección Sanitaria (Agepsa), dependiente de la Secretaría de Salud capitalina (Sedesa), reveló que aseguraron 425 kilogramos de vapeadores.
No obstante, debido a que los usuarios buscan la forma de seguir comprando alternativas al cigarro, la venta ilegal ha encontrado otros medios para seguir comercializando estos productos, siendo las redes sociales el principal canal en el que ofertan los dispositivos a diferentes precios y con opción de envío a domicilio o entrega en un punto medio, sin importar si son adultos o menores de edad.
De acuerdo con las páginas consultadas, los consumidores pueden comprar las boquillas, con diferentes diseños, los vaporizadores electrónicos y los líquidos, pero como cualquier producto adquirido de manera clandestina, son de dudosa calidad porque no están obligados a pasar por un control sanitario al no estar regulados.
Los vendedores que ofrecen estos productos sin humo, sólo publican los artículos que venden, pero no dan detalles sobre su calidad y tampoco del lugar de entrega, todo lo hacen vía mensaje directo en Facebook o mediante WhatsApp.
Se estima que el mercado negro de estos dispositivos genera entre 3 y 5 mil millones de pesos de ganancias ilegales anuales en el país, de acuerdo con la diputada de Morena, Eva Galaz Caletti, quien en reiteradas ocasiones ha insistido a las autoridades mexicanas trabajar de la mano para regular estos productos sin humo y de esta manera, desaparecer la venta ilegal e inhibir el consumo en menores.
Ante el incremento del contrabando y mercado negro, el senador Ernesto Pérez Astorga aseguró que en el Senado se encuentran debatiendo la figura legal de este los vapeadores para aprobar este año una regulación con el fin de evitar el fácil acceso para niños y adolescentes.
“Nosotros traemos desde hace dos años este tema y lo hemos llevado con mucha responsabilidad para ayudar a que no tengamos problemas con nuestra juventud y nuestra niñez”, argumentó.
Igualmente, senadores y diputados coinciden en que con una regulación estricta e inteligente se podrá desincentivar el consumo de cigarros al darle a los usuarios la libertad de elegir alternativas menos dañinas, así como evitar la venta productos de mala calidad y que su venta sea exclusiva a adultos fumadores.
A su vez, Sylvana Beltrones Sánchez, senadora del PRI y secretaria de la Comisión de Salud, señaló en noviembre que no comparte las posiciones que buscan prohibir los vapeadores, ya que esta consciente de que esto siempre genera efectos contrarios como el aumento del mercado negro con dispositivos adulterados.
Reiteró que vapear no es más dañino que fumar y lo que realmente pone en riesgo la salud de los usuarios es que al no contar con una ley que obligue a los fabricantes a que sus productos pasen por un control sanitario y que reporten las sustancias e ingredientes que contienen, se comercializan en la ilegalidad productos alterados.
Mientras que el médico infectólogo y experto en epidemiología, Alejandro Macías, argumentó que fumar es más peligroso que vapear y que los daños pulmonares agudos o neurológicos que se han registrado están relacionados a los líquidos adulterados que no estaban regulados tal como la vitamina E.
Redacción
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