Raúl Flores Martínez.
La Presidencia de la República, la CNDH y ahora la ONU, están en contra de los elementos del Ejército mexicano que abatieron a cinco presuntos integrantes de la Tropa del Infierno, brazo armado del Cártel del Noreste.
Es increíble, cómo el Ejecutivo Federal deja toda la responsabilidad de la seguridad pública a los elementos de las Fuerzas Armadas, además de la construcción de diversos proyectos salidos de la mente perversa del Presidente López Obrador; sin embargo, al final los dejan solos.
Quienes han estado en Nuevo Laredo, Tamaulipas sabemos de las estrategias que utilizan los grupos criminales con la finalidad de evitar que los elementos castrenses, sigan con los operativos para detener a los líderes de la organización criminal.
Hasta cuándo la Cuarta Transformación, le dará el respeto a los integrantes del Ejército y Marina, que han sido golpeados, sobajados y humillados, sin poder hacer nada para calmar la rabia comprada por las organizaciones criminales, pagada con billetes de sangre, algo que no comprenden aquellos que están a kilómetros de distancia.
Las investigaciones de la FGR, apoyada únicamente de testimonios comprados o en su defecto de los testimonios de los deudos, son el testimonio fiel del engaño que se tejió con la muerte de los jóvenes que, en redes sociales, han sido exhibidos con rifles de alto poder, chalecos antibalas con la leyenda CDN.
Cómo harán las investigaciones aquellos que no viven en la plaza, esas investigaciones que solo son de escuchar los testimonios de aquellos que bajo la amenaza de una bala o con el golpe de algunos pocos billetes, son capaces de sacrificar a cuatro elementos del Ejército Mexicano.
Son cuatro los sacrificados que tendrá la Sedena, está semana, cuatro elementos que ofrecieron su servicio al país, cuyo pago fue la traición del Presidente López Obrador al mandarlos al matadero.
¿Hasta cuándo, se les dará el apoyo? Cuántos años más tendrán que sufrir los elementos de las Fuerzas Armadas en manos del pueblo bueno, qué es pagado por el crimen organizado, mientras que el Gobierno Federal, les da la espalda, los olvida.
Hoy ya tenemos cuatro elementos del Ejército Mexicano que han sido sacrificados al cumplir con su trabajo de limpiar Nuevo Laredo del sicariato, cuatro sacrificados desde el púlpito de Palacio Nacional, solo para darle gusto al CDN.
