Francisco Garfias.
En segundos se produjo el zafarrancho. Apenas se cantó la votación que echó abajo la elección del comisionado del INAI con 67 votos de Morena y rémoras, por 43 en contra del Bloque de Contención. Hasta entonces los opositores abrieron los ojos. “Nos tomaron el pelo”, coincidieron.
Ocuparon la tribuna en el Senado y desplegaron dos mantas. Una decía: “¡Comisionados Ya!” La otra: “¡INAI Hoy!” Los gritos de “¡Transparencia! ¡Transparencia!” retumbaban por todo el salón de sesiones, sin encontrar eco en sus pares oficialistas.
Vino la reacción morenista. Trataron de arrebatar las mantas a los opositores del PAN, MC y Grupo Plural. Hubo gritos, manoteos, empujones. Estuvieron a nada de los golpes. Los senadores Cravioto, Morena, y García Cabeza de Vaca, PAN, intercambiaban mentadas de madre y retos.
–¡A mí no me toques pendejo— le dijo el morenista al panista.
La senadora Citlali Hernández intentaba calmar a Cravioto. Fuera de sí tiró un manotazo que alcanzó a la panista, Mayuli Latifa.
En la confusión, el senador del grupo plural, Germán Martínez, se apoderó de la campana que se utiliza para conducir las sesiones. Lo hizo en las narices de Alejandro Armenta, presidente de la mesa directiva. La morenista Maribel Villegas intentó evitarlo. No pudo.
Germán la metió en la bolsa de su pantalón despues de sonarla, brazo en alto, al grito de “¡Transparencia! ¡Transparencia!”
Luego subió a las galerías, donde un grupo de activistas que esperaban la aprobación de la reforma “3 de 3”, para prevenir la violencia en contra de las mujeres. La volvió a sonar acompañando la consigna que ya coreaban las invitadas: “¡Queremos transparencia! y Queremos 3 de 3!” . El mismo la regresó a la mesa directiva.
Armenta intentaba reanudar la sesión con la tribuna ocupada. El morenista Eduardo Ramírez, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, comenzó a hablar sobre la “3 de 3”.
La panista Kenia López volteó el micrófono hacia su persona y empezó a corear de nuevo la consigna del día: “¡Trans-pa-ren-cia! ¡Trans-pa-ren-cia!”. De inmediato se atravesó la morenista Antares Vázquez y devolvio el micrófono a su lugar.
El alboroto crecía. Más insultos, más manotazos. De buenas a primeras Armenta se paró junto con todos los senadores oficialistas que integran la mesa directiva y se retiró. Quedaron sólo los opositores.
Pasó un buen rato antes de que volviera a la tribuna. Cuando lo hizo fue solo para suspender la sesión “por falta de condiciones” y citar para este viernes a las 13 horas.
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El milagro que parecía perfilarse era un espejismo. El INAI se queda en terapia intensiva y sin el comisionado que le falta para poder sesionar. Morena y remoras le dijeron “no” a la transparencia. Votaron por la opacidad.
Los coordinadores parlamentarios del Bloque de Contención juran que Ricardo Monreal –quien votó a favor de la elección del consejero– les hizo creer que se eligiría a uno de los tres comisionados que faltan, para que el INAI pueda sesionar. Hoy se cumplen 27 días que no lo hace.
Se distribuyó incluso un comunicado oficial titulado “Morena respalda a Ricardo Monreal para el nombramiento de un comisionado del INAI”.
No sólo eso. En el Senado ya andaba Ricardo Salgado, llamado a ser el nuevo comisionado. Su nombre fue manejado incluso por Monreal. El pobre hombre se quedó vestido y alborotado.
El desengaño hizo “encabronar” a los senadores del bloque de contención. ““No somos pendejos, Vayan a verle la cara a…” dijo el jefe de la bancada panista, Julen Rementería. No terminó la frase. Logró contenerse.
Monreal asegura, sin embargo, que no le tomó el pelo a nadie y que lo único a lo que se comprometió fue a que el tema fuera votado por el pleno.
Es un asunto mayor. Hoy sólo están en funciones cuatro de los siete comisionados que integran el pleno del INAI. Para tener quorum y se necesitan por lo menos cinco. De allí la importancia del acuerdo que no se dio.
Los senadores del bloque rechazaron el “congal legisaltivo” –el copyright es de Emilio Álvarez Icaza. Dicen que ni sesionan, ni desocupan la tribuna hasta que les cumplan el acuerdo. Algunos, como Gustavo Madero, hasta almohada pidieron. Tenían la intención de dormir en la tribuna.
El tema colapsó la agenda de la sesión. Estaban programadas las reformas constitucionales: bajar a 18 años la edad para ser diputado y a 25 para ser secretario de estado; la “tres de tres” y
la que mejora las condiciones laborales de la policia. En total, 17 dictámenes quedaron volando.
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El que se pasó de lambiscón fue Alejandro Armenta. En su afán de quedar bien con AMLO, presentó una iniciativa para desaparecer el INAI y que sus funciones las asuma la Auditoria. Puro show. ¿De donde va a sacar la mayoría calificada para aprobarla?
FIN
