Este domingo falleció Conchita Nava, esposa de Salvador Nava Martínez (presidente municipal de San Luis Potosí) y pilar de la lucha por la democracia, a los 105 años de edad.
Para rememorar lo que significó la vida de Conchita Nava, el exdiputado Fabián Espinosa Díaz de León escribió las siguientes líneas:
En las redes sociales el día de hoy prevalece una noticia: murió la Señora Conchita Calvillo Viuda del Doctor Salvador Nava Martínez.
Y si hubiere que hablar de ella tendría que decirse extraordinaria mujer, solidaria esposa, madre, abuela y bisabuela protectora, muy querida y admirada, como comadre de mis padres y de toda mi familia.
Su gran popularidad nace, por ser copartícipe en las diferentes luchas que dio su esposo, tanto a la presidencia municipal, como a la gubernatura del Estado.
A la muerte del Doctor, quiso mantener la lucha que encabezó su esposo, pero ya las condiciones eran otras:
El PAN que creció bajo el manto protector del navismo, le dio la espalda a la Señora Conchita y a los Nava.
En su lucha por la gubernatura, con una inocencia inmensa, fue comparsa del PRI, para ayudar al triunfo de su yerno Horacio Sánchez Unzueta.
Después, su familia formó el Nava Partido Político y fue tan desairada la respuesta, que dicho partido desapareció por escasa votación.
La Señora Conchita, no movía masas como su esposo, pero su palabra tenía peso moral, credibilidad y respetabilidad.
Ella entendió que su voz era atendida cuando se hablaba de democracia, pero disminuía su influencia cuando los comentarios eran sobre política, partidista o gubernamental.
Y me explico, si bien en el sistema político mexicano la democracia es necesaria en la política, en la primera se utiliza para alcanzar el poder; y la política partidista y gubernamental es el arte de equilibrar, de consensuar, de negociar y hasta de compartir el poder.
Fue Presidente Municipal el Doctor Nava, porque logró conjuntar a los diferentes grupos de poder, arrebatándole al PRI, varios sindicatos, asociaciones políticas, instituciones económicas y hasta la iglesia, hicieron de su lucha una participación popular.
En su búsqueda por la gubernatura fue muy diferente. El Doctor no contaba con un solo presidente municipal, con los dedos de la mano podríamos contar los regidores simpatizantes.
Con el paso del tiempo recibió varios reconocimientos, en la ciudad, el estado y a nivel nacional, lo cual al recordarla, se le mencionó siempre, como una luchadora por la democracia.
Descanse en paz la Señora Conchita Calvillo, esperando que su ejemplo sirva de semilla de las nuevas generaciones.
Que el Gran Arquitecto del Universo la tenga hoy con su esposo, familiares y con mis padres.
