Raúl Flores Martínez.
No es un secreto que, en México, son cada vez más los embarazos en menores de 18 años, embarazos que se dan por un inició de una vida sexual que se está dando entre los 15 y los 19 años de edad. Aunque en promedio, el 97 por ciento de esta población conoce la existencia de los anticonceptivos, más de la mitad no utiliza ninguno en su primera relación sexual, esto ocasiona embarazos no planeados en una población muy joven.
De acuerdo con los estudios de la Secretaría de Salud, los jóvenes deben entender que sí es posible que una mujer quede embarazada en la primera relación sexual y también pueden contraer una infección de trasmisión sexual, por ello es importante tomar precauciones utilizando correctamente los anticonceptivos.
Esto sería maravilloso, si el esquema de salud se diera tal y como se ha escrito por años; sin embargo, sabemos que lo que menos les interesa a los gobiernos de cualquier partido político, son los jóvenes que se embarazan a temprana edad.
La importancia que los jóvenes que inician su vida sexual acudan a una cita con un ginecólogo para conocer las opciones en anticoncepción que existen en la actualidad, los jóvenes tienen a su alcance anticonceptivos y educación para poder ejercer una vida sexual informada y responsable.
Datos de la Secretaría de Salud revelan que existe una demanda insatisfecha de métodos anticonceptivos por parte de los jóvenes de 15 a 19 años, y se estima que 17.4 de los nacimientos totales corresponden a mujeres menores de 20 años de los cuales entre 60 y 80 por ciento no fueron planeados.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud, señala que el aborto es un procedimiento médico habitual y es seguro cuando se utiliza un método recomendado y lo practica una persona que posee los conocimientos necesarios, por lo que es importante facilitar su acceso para no truncar su el desarrollo fisiológico y profesional de los y las jóvenes.
Desafortunadamente la interrupción del embarazo sigue siendo un tema que genera controversia y que está estigmatizado por posibles consecuencias a futuro en la vida reproductiva, pero es un mito, ya que el aborto con medicamentos simula fisiológicamente un aborto espontáneo evacuando por completo el contenido del útero, sin dejar secuelas en el 98 por ciento de los casos.
Hasta cuando los gobiernos, sin importar la bandera política que enarbolan, entenderán que las políticas públicas deben ir más allá de darse una beca o mantenerlos, sin ponerlos a trabajar con programas, qué en ocasiones sirven solo para incentivar un voto a su gobierno.
