Isaías Villa González*.
Claudia Sheinbaum tuvo todo para hacer avanzar a la CDMX, resolver problemas sufridos por la gente, y consolidar un nuevo entramado institucional, de derechos progresistas. Contó con legitimidad democrática, mayoría legislativa, presupuesto suficiente y todo el apoyo del presidente López Obrador, quien la defendió en coyunturas delicadas y no la exhibió como su favorita.
Sin embargo prefirió fungir como “regenta”, apegada a la agenda y formas de AMLO. Aun yendo contra su trayectoria, como cuando apoyó la militarización y las iniciativas contra políticas públicas, miembros e instituciones del ámbito educativo y científico. Luego, azuzada por el propio presidente, priorizó desplegarse como “corcholata” (precandidata) por todo el país, con toda ilegalidad y usando el cargo y los recursos públicos, sin el mínimo pudor.
Ahora renuncia a la jefatura de gobierno de la CDMX, forzada (enojada, incómoda) por las reglas de competencia que Morena ha impuesto a sus aspirantes presidenciales. Proceso y reglas totalmente ilegales; que trasgreden las disposiciones sobre tiempos y formas de las precampañas.
Y en ese talante autoritario de control le impone a su sucesor, Martí Batres, a dos “coordinadores”: Omar García Harfuch en Seguridad y Justicia, y Luz Elena González en “las áreas técnicas”. Designa, pero acota; pensando en un “maximato”, como López Obrador con ella.
Claudia se va y deja un tiradero y muchos pendientes. Lo más esencial es haberse desentendido del proceso para culminar las normas progresistas, perfiladas en la Constitución Política de la CDMX (impulsada por el PRD, promulgada durante su gobierno, el 5 de febrero de 2017).
De hecho la obligación derivada de esta Constitución local, de establecer un Plan General de Desarrollo (PGD) y los Planes Generales y Demarcacionales de Ordenamiento Territorial, es oportunidad de contar con instrumentos estratégicos para el desarrollo sustentable de nuestra urbe, por su vigencia de dos décadas. Luego de 4 años y medio, Sheinbaum se va sin cumplir esta obligación. Sus formas impositivas y su falta de compromiso con el medio ambiente lo impidieron. Primero, en agosto de 2021, buscó imponerlo fast track en el Congreso de la Ciudad; luego, en agosto de 2022 convocó a una Consulta pública (como dispone la ley). En ambos casos sus propuestas tuvieron un gran repudio vecinal y comunitario, y de académicos especialistas y activistas. El punto más polémico fue la pretensión de incorporar el término “suelo rural”, que abría la posibilidad de avasallar al suelo de conservación, en favor de la especulación inmobiliaria. Luego de recular nuevamente, el pasado 22 de mayo envió otra vez la bolita al Comgreso CDMX.
En materia de movilidad el incumplimiento de Sheinbaum es mayúsculo. Lo más visible y lastimoso es la problemática del STC Metro: su insuficiencia, falta de mantenimiento, fallas, accidentes, muertes. Dos hechos sobresalen: el colapso de un tramo de la Línea 12, que dejó 27 personas fallecidas y cerca de 100 heridos (3 de mayo de 2021); y la colisión de trenes en la interestación Potrero-La Raza (Línea 3, 7-I-23), donde perdió la vida una joven. En ambos casos se ha evadido la responsabilidad criminal del gobierno. En apoyo de Sheinbaum, el presidente dio su palabra de que la L12 se reinauguraría en un año; van 2 y no terminan. Como tampoco ha cumplido la ofrecida extensión de Mixcoac a Observatorio. Ni la rehabilitación de la Línea 1, prometido el tramo Salto del
Agua-Pantitlán para marzo de este año. Menos aún los Centros de Transferencia Modal de Observatorio y Martin Carrera.
Ante las constantes fallas y accidentes, Sheinbaum en vez de asumir responsabilidad, ampliar la inversión e incorporar un equipo serio al frente del Metro, optó por especular sobre la existencia de “sabotajes” e introdujo a la Guardia Nacional a sus instalaciones. Cinco meses después, las abandonaron en un evidente fracaso; las fallas que de forma desesperante sufren los usuarios a diario han subsistido.
Pero los incumplimientos en materia de movilidad no terminan; la lista se amplía con las obras detenidas del Tren Interurbano México-Toluca. Las 2 Líneas del Cablebús (Santa Fe y Ajusco Medio). La Línea Cero del Metrobús (Circuito Interior), que conectaría con el Aeropuerto Felipe Ángeles.
En materia de seguridad, pese a sus cuentas alegres, datos del Informe de Evaluación de Incidencia Delictiva Enero-Abril de 2023 señalan, respecto al mismo período de 2022, un preocupante incremento en delitos altamente sensibles para la población: Homicidio doloso, Robo a pasajeros del Metro y del Metrobús y a Casa Habitación.
En el caso de homicidios dolosos pasó de 208 a 238 en el cuatrimestre referido: un 8.5% más. El robo a pasajeros del Metro creció de 343 a 411 casos (19.8%), y el robo a bordo del Metrobús de 113 a 133 (17.7%). Mientras el robo a casas habitación sin violencia creció de 834 a 960 (15%).
El recuento de fallas y pendientes que Claudia Sheinbaum hereda puede extenderse, incluyendo el ahuehuete de Reforma. La ciudadanía capitalina, informada y crítica, lo tendrá presente, sin duda. Ya en las elecciones intermedias de 2021 la oposición superó al bloque oficialista: la Alianza PRD-PRI-PAN obtuvimos 9 de las 16 Alcaldías. Y si la Jefatura de gobierno hubiese estado en disputa se les habría derrotado.
*Fundador y Consejero Nacional del PRD.
