Francisco Garfias.
La senadora del PAN, Kenia López, subió a la tribuna durante la sesión de la Comisión Permanente con una pancarta entre manos que decía: “Doctor Muerte.”
La vicecoordinadora de la bancada del PAN no se refería doctor Josef Mengele, el carnicero nazi bautizado como “El Angel de la Muerte” por sus experimentos con seres humanos en el campo de concentración de Auschwitz, en Polonia.
Ni siquiera había necesidad de poner un nombre en la pancarta. Todo mundo sabía que se refería al subsecretario de Prevención y Promoción de Salud, Hugo López Gattel.
Cito un párrafo de su intervención:
“Hoy López Gattel es el rostro de la muerte, como lo es Morena y este gobierno de López Obrador. Hoy México está en el desamparo, porque ustedes decidieron que no hubiera camas, medicinas, vacunas, retrovirales, quimioterapias, metformina.”
Sus palabras provocaron alboroto en la bancadas de Morena y rémoras. El senador del PT, Reginaldo Sandoval, subió a tribuna una y otra vez para repetir que AMLO “es el mejor presidente que hemos tenido.”
Le echó la culpa a la oposición de la promesa incumplida de tener un mejor sistema de salud que Dinamarca. Los regímenes del pasado “dejaron totalmente destrozado el sistema de salud”, aseveró.
“El doctor muerte –añadió– es Calderón, porque ese sí instruyó que fueran a matar. Ese sí declaró la guerra al narcotrafico y tenía su cómplice que es Genaro García Luna, operador para un cártel.”
El petista lucía mas obradorista que los morenos. Se llevó la medalla de oro de la lambisconería.
Kenia no dejó pasar el strike lanzado por Reginaldo. Le recordó que Lopez-Gattel se pasó por el arco del triunfo su obligación de comparecer en la Cámara de Diputados.
“¿Sabe porque? Por algo muy elemental. Ni López Gattel, ni López Obrador pueden justificar todo este asalto a la vida de los mexicanos”, dijo la panista.
El debate siguió. La figura de García Luna aparecía en las intervenciones oficialistas en un debate sobre dictámenes de salud.
Reginaldo dejó de subir a tribuna cuando el diputado del PRD, Marcelino Castañeda, le dijo: “que me cuentas a mi que se de tu historia compañero.
Y hasta le cambió el trato: “usted pertenecía al grupo de Mauricio Toledo. El PRD denunció a Mauricio Toledo y lo sigue denunciando. Usted fue parte de ese cártel…”.
-¿Qué le sabe a Reginaldo? Preguntamos a Castañeda, cuando ya iba de salida
–Muchas cosas—respondió, sin detenerse.
Toledo fue delegado en Coyoacán. Sobre él pesan acusaciones de eniquecimiento ilícito. Desde hace dos años está profugo en Chile.
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Santiago Creel acusó a Pablo Gomez y al monero El Fisgón de sembrar “la línea” que el presidente retomó en la mañanera. ¿Cuál es esa línea?
AMLO asegura que “algunos” adversarios de la 4T, que están “fuera de sí”, lanzaron una campaña irresponsable, perversa, de malas entrañas, y riesgosísima.
“Están difundiendo que si le pasa algo a un periodista, a un aspirante a la presidencia, va ser culpa mía. Esto lo está diciendo López Dóriga, la señora Pagés, Aguilar Camín, Riva Palacio, toda esta gente de los medios de manipulación, vinculados a Salinas de Gortari”, señaló.
Le preguntamos su opinión a Santiago Creel, uno de los aspirantes a la candidatura presidencial del Frente Amplio, sobre las elucubraciones de AMLO.
Respondió:
“Lo que está haciendo el presidente es enrarecer el ambiente político. El mismo ha generado las condiciones de odio, de división, de estigmatización y de trato diferenciado para los opositores, para quienes piensan diferente, sean peiodistas mujeres, empresario, prodctores del campo, sociedad civil.
Creel le pide a AMLO “no fomentar el odio, ni generar profecías que, a alguien de mala fe, puede ocurrírsele una situación, porque ya lo ha dicho el presidente.”
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En la misma sintonía está Germán Martínez. El senador del Grupo Plural dice que el presidente ha tirado la piedra de la violencia en las mañaneras, y ahora esconde la mano de la responsabilidad
“Como Poncio Pilatos, se está lavando las manos preventivamente, antes de que ocurra cualquier hecho de violencia”, destacó.
Y preguntó: ¿Dónde están los asesinos intelectuales de los periodistas en este país. No he visto a ninguno en la cárcel, empezando por el que intentó matar a Ciro Gomez Leyva. ¿Dónde carajos está ese asesino?”
FIN.