Rubén Cortés.
López-Gatell puso el acento de la indolencia de este gobierno ante la pandemia por COVID, cuando aceptó que 30 mil capitalinos no votarían por él para candidato a Jefe de Gobierno: “No, porque están muertos”. Y sólo le faltó echarse a reír.
La indiferencia del castrochavismo mexicano hacia la peor pandemia del mundo en un siglo, se refleja en la Cuenta Pública revisada por la Auditoría Superior de la Federación: se perdieron 40 mil millones de pesos Instituto de Salud para el Bienestar.
Y como el INSABI ya desapareció, desaparecieron esos 40 mil millones de pesos. Puede que el gobierno haya metido algo de ese dinero en el que regala para cooptar votos: Sí: te quita el dinero que te toca por ley, y te lo da en mano, para decir que te lo regala.
Pero detrás de esos 40 mil millones de pesos esfumados, en lugar de ser utilizados en luchar contra la pandemia, está que México ocupó el primer lugar mundial en muertes, durante la pandemia, seguido por Rusia, Italia, EU y Brasil.
Además, México es el país con más trabajadores sanitarios muertos en el mundo por COVID-19. Hay que hacer notar que México, Rusia, Italia, EU y Brasil estuvieron gobernados por presidentes populistas, durante el inicio y pico de la pandemia.
Y que, en 2022, la más respetada publicación médica del mundo, The Lancet, nombró a López-Gatell como el funcionario más irresponsable del planeta. El mismo López-Gatell que será senador por Morena, para que tenga fuero y no pueda ser juzgado.
Es un descarado: la OMS ya había declarado el COVID-19 como “pandemia”, y López-Gatell pidió no salir de casa, pero lo fotografiaron en la playa de Huatulco; y contagiado, apareció paseando en chanclas por la colonia Condesa, sin cubrebocas.
Cuatro años después, ha muerto casi un millón de mexicanos por coronavirus, pero el cuatro de junio de 2020, el farsante López-Gatell dijo que “sólo en un escenario muy catastrófico se podría llegar a 60 mil, porque el coronavirus no es una amenaza”.
Aunque, tan temprano como el 17 de abril de 2020, el conductor de TV Azteca Javier Alatorre dijo en su noticiero Hechos: “Es más, se lo decimos con todas sus palabras, ya no le haga caso a Hugo López-Gatell”.
El presidente igual fue irresponsable, pues negó que el coronavirus fuera una enfermedad preocupante, desestimó la sana distancia o el uso de cubrebocas: “Hay que abrazarse, no pasa nada, o sea, y así, o sea, nada de confrontación, de pleito”.
Incluso, desde el gobierno lucraron con la pandemia: el hijo de Manuel Bartlett vendió al gobierno 20 respiradores a un millón 550 mil pesos cada uno. Un negociazo.
Por supuesto: unos indolentes.
