Cuando una mujer juegue como Lionel Messi…

Carlos Arturo Baños Lemoine / Ciudadano Cero

Carlos Arturo Baños Lemoine.

Bueno, pues ya estamos en el mes de marzo; un mes que, por eso del Día Internacional de la Mujer, sirve para bombardeanos de propaganda feminista. Como sabemos, las feministas siempre pretenden aplicar la técnica de la propaganda nazi, es decir: repetir ad nauseam sus ideas mediocres para que las mentes soeces y débiles las acepten como “verdades”.

Pero aquí, en este espacio, estamos vacunados contra las falacias, falsedades, ficciones, fantasías y contradicciones de la mitología feminista.

A últimas fechas, las feministas han arreciado sus cantaletas chantajistas con respecto a la “brecha salarial” entre deportistas mujeres, por un lado, y deportistas varones, por el otro. Y ya saben: por el “maldito y cochino patriarcado, las mujeres deportistas ganan menos que los varones deportistas… ¡y, oh, pobres de nosotras, cómo somos discriminadas en el deporte por la sociedad machista bla bla bla!”.

Que por qué las mujeres tenistas ganan menos que los varones tenistas; que por qué las mujeres basquetbolistas ganan menos que los varones basquetbolistas; que por qué las mujeres futbolistas ganan menos que los varones futbolistas… ¡y así, hasta el fastidio!

Y, como siempre, en la base de esta clase de reclamos hallamos la brutal ignorancia y la sórdida mala fe que suelen acompañar al feminismo. Y es de esperarse: si el feminismo muchas veces no respeta ni las enseñanzas básicas de la Lógica y de la Metodología de la Investigación Científica, menos respeta las enseñanzas de ciencias particulares.

Las feministas no entienden la Teoría del Valor Subjetivo, hechura de la Escuela Austriaca de Economía. Esta teoría nos enseña que, con respecto a productos mercantiles como el deporte de competencia (que es un show, al fin y al cabo), las “estrellas del deporte” ganan lo que ganan según dos cosas: a) los aficionados que están dispuestos a pagar un boleto para verlas y b) la cantidad de dinero que les pagan sus patrocionadores para colocar sus respectivas marcas. ¡Y ya está, así de fácil!

Así, pues, cuando una mujer sea capaz de jugar fútbol con la maestría con la que lo hace el crack Lionel Messi, pues seguro podrá ganar lo mismo que gana Lionel Messi. Así de simple y así de fácil. Nada tiene que ver con el sexo de los deportistas, sino con la maestría de los deportistas en tanto deportistas. Por eso Nadia Comaneci es Nadia Comaneci. Si un deportista gana más que otro nada tiene que ver con su sexo, sino con la forma en la que los aficionados y los patrocinadores valoran sus correspondientes destrezas en la cancha.

Difícil, por el momento, que las mujeres futbolistas ganen lo que gana Lionel Messi, sobre todo cuando las finales de las ligas llaneras de fútbol a veces aglutinan a más asistentes que los partidos de la Selección Mexicana Femenil de Fútbol. No es, pues, un asunto de sexo. ¡Pero ya sabemos que al feminismo le da más por dogmatizar que por analizar!

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Esta videocolumna de análisis, crítica y opinión es de autoría y propiedad exclusivas de Carlos Arturo Baños Lemoine. Se escribe y publica al amparo de los artículos 6º y 7º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Cualquier inconformidad canalícese a través de las autoridades jurisdiccionales correspondientes.

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