Raúl Flores Martínez.
Qué necesidad tiene una madre de estar buscando a sus hijos desaparecidos, sobre todo que maldita necesidad de ir a buscar a un Presidente valemadrista con aquellos colectivos o madres buscadoras que lo único que buscan es a sus hijos ausentes.
La madre buscadora Cecilia Flores, con la que he tenido el gusto de platicar varias veces, se fue a parar a Palacio Nacional para entregarle una pala al Presidente López Obrador, esa pala con la que ha buscado a su hijo.
Cuál es la maldita necesidad de buscar a un Presidente egoísta, valemadrista y con el síndrome psicopático-narcisista, un pequeño tirano que imagina que todo mundo le quiere destruir su mundo fantasioso del bienestar.
Doña Ceci, cómo es conocida popularmente ha recorrido la mitad del país buscando a su hijo, a sus ausentes, ha escarbado con esa pala cientos de metros, ha olido la podredumbre de las personas y el mal olor a podrido de la carne que por meses han estado enterrados.
Aquí debemos reconocer que Doña Cecilia, tiene un nivel muy por arriba del pequeño tirano, un nivel que se forja en el trabajo en el campo de la búsqueda, en los cientos de kilómetros dónde va y viene, sin parar.
“Mañana hablamos”, es la única respuesta que tuvo López Obrador cuándo se enteró que Doña Ceci lo esperaba fuera de Palacio Nacional, una respuesta que no debe de sorprender, son las respuestas de su valemadrismo presidencial, una respuesta que envuelve su podrida existencia.
Cuántas Cecilias más deben de estar frente a Palacio Nacional para que López Obrador, pueda sensibilizarse, pueda ser solidario con todos los colectivos de madres buscadoras que diariamente salen a buscar a sus seres amados, mientras el Presidente solo busca ser la víctima en este México lleno de sangre y violencia.
