Raúl Flores Martínez.
Para nadie es una sorpresa que los niveles de violencia han aumentado en la alcaldía de Gustavo A. Madero en las últimas semanas, violencia que va más allá de las ejecuciones entre bandas rivales del narcomenudeo.
De acuerdo con las investigaciones que realiza la Fiscalía de la Ciudad de México y los testimonios de algunos vecinos, el grupo de sicarios de la zona de Cuautepec, es conocido como “Los Rudos”, liderado por un sujeto denominado el “Rojo”.
Por su parte el “Aarón”, se encarga del narcomenudeo en las colonias Tlacaélel, Charco y Jardín Hidalgo que son las zonas de disputa con otro grupo de narcomenudistas que aplican el llamado cobro de piso a los taxistas tolerados de la zona de Cuautepec Barrio Alto.
Este grupo de narcomenudistas se pasean a plena luz del día en las distintas calles de Cuautepec con la finalidad de “proteger” su territorio de la invasión de otras bandas delictivas que se quieren adueñar del robo a transeúnte y transporte público.
Por si no bastara con ocupar el segundo lugar de mayor contagio del Covid, la alcaldía de la GAM, ahora se disputa los altos niveles de inseguridad con la alcaldía Cuauhtémoc y la eterna guerra que tiene con la Unión Tepito y sus escisiones.
Debemos recordar que hace unos meses un video del presunto Cártel Jalisco Nueva Generación, grabado en Cuautepec Barrio Alto, generó la incertidumbre de los vecinos de esta zona de la Gustavo A. Madero, que se siente desprotegida ante el nulo actuar de las autoridades de la alcaldía que no se han pronunciado por las constantes balaceras en la zona.
Ya se había advertido hace tiempo (11 mayo 2018) que debido a las calles mal trazadas de la zona de Cuautepec que son una verdadera trampa para quienes no conocen las calles, sería el lugar perfecto para la delincuencia.
Dos años después, esa advertencia hizo efecto. Dos grupos de narcomenudistas se disputan a sangre y plomo la plaza de la GAM que va a dejar más muertos en los próximos meses ante el nulo actuar de las autoridades capitalinas y de la alcaldía que no tienen la capacidad de investigación y de armamento para hacerles frente a los delincuentes.
Es hora de sentarse a esperar y contemplar el baño de sangre que los delincuentes dejaran en la zona más insegura de la Gustavo A. Madero, mientras su alcalde y diputados están perdidos en el sueño de los justos.
