Caracas.- Venezuela enfrenta la pandemia de COVID-19 con un sistema sanitario en los huesos, hay graves problemas de suministro de agua en los hospitales, escasez de medicamentos y equipos de protección, tampoco hay gasolina para el traslado de pacientes y médicos.
La crisis económica les impide comprar por ellos mismos insumos como mascarillas, su precio oscila entre 1 y 7 dólares, mientras que el salario mínimo es de 6 dólares al mes (unos 140 pesos).
Una encuesta nacional de la ONG Médicos Unidos de Venezuela reveló que 69.7% de los hospitales no cuenta con kits de diagnóstico del coronavirus, 49.8% no tiene las condiciones para llevar a cabo las medidas de asepsia y antisepsia, y 35.2% no posee alguna unidad de terapia intensiva operando.
Peor aún, 31.8% no tiene servicio de agua potable y para 43% el servicio es intermitente, 46.6% ni siquiera cuenta con un servicio de rayos X en funcionamiento.
El sondeo arrojó además que 51.9% de los centros hospitalarios no poseen insumos básicos como jabón, guantes ni batas desechables para proteger al personal, 57% no tiene los medicamentos para tratar los síntomas del COVID-19.
Oficialmente, Venezuela reportó su primer caso de coronavirus el 13 de marzo, hasta el cierre de esta edición registraba 171 contagios y nueve decesos en el país. Médicos Unidos de Venezuela acusa la falta de transparencia en los registros, y una “persecución permanente sobre el personal de salud”.
“Solicitamos a las autoridades un trato digno para el personal de la salud, para poder surtirse de combustible y que puedan asistir a sus labores”, declaró en un video el doctor Jorge Pérez, director de la ONG.
En redes sociales, los médicos han publicado fotografías y videos de sus traslados en bicicleta a sus centros de trabajo ante la escasez de combustible; algunos venezolanos hacen filas de hasta 8 horas para cargar 20 litros de gasolina.
Un estudio realizado por The Economist ubica a Venezuela en el lugar 176 de 195 países a nivel mundial en términos de su preparación para enfrentar una pandemia.
Según el Informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Michele Bachelet, dado a conocer el pasado 4 de julio, en el país existe un deterioro de los servicios básicos, debido al “desvío de recursos, corrupción y falta de mantenimiento de la infraestructura pública”.
El Heraldo de México