Nueva York.- La introducción inmediata de un Ingreso Básico Temporal para las personas más pobres del mundo podría frenar el aumento actual de los casos de COVID-19 al permitir que casi tres mil millones de personas se queden en sus hogares, según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicado hoy.
El informe, Ingreso básico temporal: protección de las personas pobres y vulnerables en los países en desarrollo, estima que costaría entre $ 199 mil millones por mes proporcionar un ingreso básico garantizado y con un límite de tiempo a los 2.7 mil millones de personas que viven por debajo o por encima de la línea de pobreza en 132 países en desarrollo.
El informe concluye que la medida es factible y urgentemente necesaria, con la pandemia ahora extendiéndose a una tasa de más de 1.5 millones de casos nuevos por semana, particularmente en países en desarrollo, donde siete de cada diez trabajadores se ganan la vida en los mercados informales y no pueden ganar dinero si están en casa.
Muchas de las grandes cantidades de personas que no están cubiertas por los programas de seguro social son trabajadores informales, de bajos salarios, mujeres y jóvenes, refugiados y migrantes, y personas con discapacidades, y son los más afectados por esta crisis. El PNUD ha realizado evaluaciones sobre los efectos socioeconómicos de COVID-19 en más de 60 países en los últimos meses y la evidencia muestra que los trabajadores que no están cubiertos por la protección social no pueden quedarse en casa sin un ingreso.
Un Ingreso Básico Temporal les daría los medios para comprar alimentos y pagar los gastos de salud y educación. También está financieramente al alcance: un Ingreso Básico Temporal de seis meses, por ejemplo, requeriría solo el 12 por ciento de la respuesta financiera total a COVID-19 esperada en 2020, o el equivalente de un tercio de lo que los países en desarrollo deben en el exterior pagos de la deuda en 2020.
Con información de la ONU
