Raúl Flores Martínez.
Mientras las organizaciones civiles como Redim y el Observatorio Nacional Ciudadano, han puesto el dedo sobre la llaga de los menores de edad que incursionan en las filas del crimen organizado, el Gobierno Federal hizo un gran descubrimiento.
Resulta que, a través de la Policía Cibernética de la Guardia Nacional, se descubrió que el Cártel del Noreste, utiliza una nueva modalidad para la captación de niñas, niños y adolescentes en algunos estados del país.
El caso de tres menores de edad, que eran usuarios de “Free Fire”, que habrían sido reclutados a través del videojuego ya los que luego se les ofreció un trabajo para permanecer en un área chequeando “frecuencia de radio y avisar si hay presencia policiaca”; es decir, haciendo labores de halconeo.
Con labores de inteligencia y de un “sicario simulado” se logró entrar al juego y rastrear la ubicación de los tres menores en el estado sureño de Oaxaca, donde elementos de la Fiscalía General y la policía los rescataron y detuvieron a una mujer que habría actuado como intermediaria.
De acuerdo con la Información Filtrada, la Fiscalía General de Oaxaca informó el 14 de octubre que fueron rescatados tres menores, con edades entre 11 y 14 años que eran originarios de la localidad sureña de Tlacolula de Matamoros que han sido reportados como desaparecidos, quienes fueron reclutados por integrantes del crimen organizado a través del videojuego de “Free Fire”.
Sabemos que las cifras que se tienen hasta el momento por la organización Redim, señalan 30 mil menores de edad dentro del crimen organizado; sin embargo, se tiene una estadística de que se tienen entre 245 y 250 mil menores de edad propensos a ser atrapados por las diversas organizaciones criminales.
Lo hemos repetido algunas ocasiones en este espacio, los menores de edad, los niños son carne de cañón, son los desechos sustituibles de las organizaciones criminales, menores de edad que son inimputables para las autoridades; es decir, pueden cometer delitos de adultos y serán juzgados como infantes.
Ese esa es la estrategia de los delincuentes, utilizar a menores de edad que deslumbrados por la llamada narcocultura, por la ilusión de las series de televisión u orillados por la miseria en la que viven sin oportunidades de salir delante de sus poblaciones, no encuentran otra salida que el crimen organizado.
Algunos ilusos todavía se atreven a decir que las mentadas becas que da el Gobierno Federal, puede evitar la tentación del dinero que les pone a diario a cientos de jóvenes en Tamaulipas, Chihuahua, Nuevo León, Jalisco, Guerrero, Michoacán y otros estados más del país.
De nada sirve una beca de 3 mil pesos, qué no son nada con los 10, 15 o 30 mil pesos que pagan los criminales a sus sicarios menores de edad en los primeros pagos, después los inducen a la droga con la finalidad de pagarles con unas dosis sus ejecuciones o trabajos delictivos.
Ya se dio cuenta el Gobierno de la Cuarta que las víctimas son los menores de edad, ya se dieron cuenta que toda una generación se puede crecer con la violencia, lo que puede generar verdaderos dolores de cabeza, ya se dieron cuenta, pero no ponen solución.
