Raúl Flores Martínez.
Lo bueno es que “son diferentes”, un lema que solo ellos se lo creyeron. Escribo sobre Morena y todos sus integrantes diputados, senadores y el séquito de focas aplaudidoras que traen de lamebotas.
Resulta que sí, si están dados al acarreo pagado con impuestos de cada uno de los mexicanos que le trabaja y paga sus impuestos al Gobierno Federal para canalizarlo en tortas, refrescos y 500 pesitos a los asistentes del Zócalo capitalino para que alaben al mesías tabasqueño.
Resulta que el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier aceptó el pago para el “acarreo” de los recursos de todos los legisladores de su bancada.
La dieta diaria de los 201 legisladores que integran la bancada de Morena suma cerca de 500 mil pesos y mensualmente 14.8 millones de pesos que serán canalizados para llevar de todas partes del país al Zócalo capitalino para que apoyen a López Obrador.
Una de las muchas frases que llamaron la atención en la conferencia de prensa de Mier, fue cuando dijo que “las y los diputados morenistas acudirán a la celebración del 18 de marzo porque es una expresión cívica de su movimiento y no hacerlo sería una omisión a sus rituales”.
No debemos olvidar que las y los integrantes de la bancada de Morena también hicieron aportaciones económicas para el traslado de personas que participaron en la movilización convocada por el Presidente el 27 de noviembre de 2022.
Así de popular es el Presidente López Obrador, qué necesita pagar a todos sus “seguidores” para que lo apoyen el 18 de marzo en la explanada del Zócalo capitalino, así de carismático que es aceptado por la población por 500 pesitos, una torta y un refresco.
Cuál es la diferencia del viejo PRI y de Morena en la actualidad, bien dicen que las malas mañas siempre se heredan, siempre se trae en la genética. Los “Acarreros”, las “Urnas embarazadas”, “El ratón loco”, etc, etc.
¿Cuál es la diferencia entre el viejo PRI y Morena?
Hasta el momento, no hay ninguna, es lo mismo que hace décadas, robo en despoblado a través de los programas sociales, desvíos de recursos, contratos a los amigos y familiares, algo que ya sabíamos que existía y muchos creyeron que con un mesías tabasqueño cambiaría todo.
