Raúl Flores Martínez.
Mientras Michoacán arde por los embates del crimen organizado, su gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, se pasea por la ciudad de México con una gran comitiva de seguridad, oliéndole los pies a Claudia Sheinbaum.
Las diversas extorsiones que se llevan a cabo por el crimen organizado, incluso por las propias autoridades ya tienen hasta el “copete” a los transportistas que ayer cerraron los accesos al municipio de Uruapan, un cierre que generó el descontento del titular de Seguridad Pública Estatal que amenazó con quemar las unidades y tractocamiones al estilo crimen organizado.
Qué está pasando en Michoacán que día con día el crimen organizado hace de las suyas de manera impune, esa impunidad que les deja la protección y complicidad de las propias autoridades estatales, una impunidad que ha elevado hasta 80 pesos el kilo de limón.
Por qué menciono esto, simple el precio de la extorsión de los delincuentes a los productores de limón, se elevó de uno a dos pesos por cada kilo de limón que sale de la entidad, quizá por kilo para muchos no sea nada, pero esos dos pesos mulripliquelos por las toneladas que se logran vender, es ahí la ganancia ilícita del crimen organizado.
Ya es momento que se le exija al gobernador Alfredo Ramírez Bedolla que ponga orden en el estado que supuestamente gobierna, y deje de ser la porrista oficial de Claudia Sheinbaum que la sigue para todos lados, qué le levanta la mano como ganadora en una elección Presidencial que aún no se lleva a cabo.
Ya se menciona en las calles de Morelia, Uruapan y otros municipios el slogan “Alfredo el barbero de Michoacán”, un apodo que le queda a la medida a uno de los gobernadores que, en lugar de gobernar, se la pasa paseando y utilizando los recursos de su administración para apoyar a una de las corcholatas.
En este espacio hemos dado a conocer, cuál es el dolor o dolores que se viven en uno de los estados más ricos en cultura, tierras y personas que día con día salen huyendo ante los embates de los cárteles que se han apoderado del estado bajo el consentimiento del gobernador.
¡El Barbero de Michoacán! Vaya apodo que, de acuerdo con la Información Filtrada, salió de la propia administración de Alfredo Ramírez Bedolla, según de sus personas cercanas que así lo conocen por la forma en que trata a la corcholata Sheinbaum, una forma que solo le falta besarle los pies.
