Por. José C. Serrano
A un año, cuatro meses y 25 días del accidente ocurrido el 3 de agosto de 2022 en la mina El Pinabete, localizada en la comunidad de Agujita, en Sabinas, Coahuila, se confirmó el hallazgo de restos humanos, presumiblemente de tres de los diez cuerpos atrapados.
En agosto de 2022 se anunció el plan de rescate de los restos de los mineros, el cual tomaría entre seis y 11 meses; sin embargo, los primeros resultados se obtuvieron a los 16 meses.
Desde el 2 de septiembre de 2022 se realizaron trabajos de excavación a cielo abierto para recuperar los cuerpos de los mineros. Ellos son:
Sergio Gabriel Cruz Gaytán de 42 años; José Luis Mireles Arguijo de 45 años; Jorge Luis Martínez Valdez de 34 años; José Rogelio Moreno Morales de 22 años; José Rogelio Moreno Leija de 42 años; Margarito Rodríguez Palomares de 39 años; Jaime Montelongo Pérez de 61 años; Ramiro Torres Rodríguez de 24 años, y Mario Alberto Cabriales Uresti de 45 años.
Las tareas de rescate e identificación son coordinados por un Mando Unificado, integrado por la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Fiscalía General del Estado (FGE).
A través de un comunicado emitido por el Gobierno de México, se informó que se han excavado y retirado 2.3 millones de metros cúbicos de suelo y roca, además, se han realizado mil 167 perforaciones, con longitud acumulada de 47 kilómetros; asimismo, se han efectuado 128 voladuras (explosiones), bajo la supervisión de la Sedena.
Las autoridades afirmaron que se logró ingresar a las galerías para llevar a cabo la búsqueda exhaustiva de restos humanos, mediante la participación directa de antropólogos y peritos en criminalística.
En este contexto, es que el día 27 de diciembre, durante el transcurso de la tarde noche, en las cercanías del tiro número 4, se localizaron los restos humanos, tal y como se había previsto por parte de los especialistas, quienes realizaron diversas modelaciones sobre la probable ubicación de los objetivos de búsqueda.
Integrantes del Mando Unificado explicaron que los restos biológicos de los dos primeros trabajadores localizados, fueron denominados como “A” y “B”. En cuanto al indicio “A”, éste se localizó a las 16:15 horas a una distancia aproximada de 2.20 metros del tiro número 4, y a las 16:29 horas se localizó el indicio biológico “B”, a una distancia aproximada de 1.7 metros del mismo punto.
Quedó establecido que el indicio “B” fue levantado por parte de la FGE y entregado en cadena de custodia al Ministerio Público (MP) a las 19:00 horas, quedando en la unidad refrigerante. Y el indicio biológico “A”, también quedó a resguardo del MP para iniciar su recuperación el 28 de diciembre, derivado de que aún se encuentra cubierto de rezaga (material estéril fragmentado producto del uso de explosivos).
Miembros de la CNPC, de la CFE y de la Sedena localizaron los restos de un tercer trabajador atrapado en la mina. La titular de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa, explicó que, al igual que los restos hallados con anterioridad, este nuevo hallazgo será analizado, bajo los estándares del protocolo utilizado, para identificarlo e informar a sus familiares.
Un año después del derrumbe de la mina El Pinabete, donde perdieron la vida 10 obreros, dos hombres más murieron cuando descendían a un pozo de carbón en el ejido El Mezquite, del municipio de Sabinas. El cable de acero que sujetaba el precario ascensor se quebró, y los trabajadores se precipitaron contra el fondo del agujero, a 70 metros bajo tierra.
Los equipos de salvamento rescataron los cuerpos de José Guadalupe Esparza Pérez de 48 años y Juan Jesús Zapata Alfaro de 29 años. Un tercer obrero, Luis Alberto Cortez Robles, fue rescatado con vida y trasladado a un hospital para la atención médica correspondiente.
Los accidentes fatales ocurridos en la región carbonífera de Coahuila, conformada por los municipios de Juárez, Múzquiz, Progreso, Sabinas y San Juan Sabinas, son el resultado de la irresponsabilidad mayúscula de las entidades gubernamentales que, teniendo la obligación de procurar condiciones adecuadas para el desempeño de los trabajadores mineros, han sido omisas e incompetentes.