Raúl Flores Martínez.
A mi madre que perdió la batalla ante el Covid, a ella que me inspiró a ser periodista
México tiene una nueva oleada del narcotráfico, una nueva era que conjunta elementos de policías municipales en activo a su servicio, al igual que policías estatales a lo largo y ancho del país.
Hasta el momento, solo dos de las 19 organizaciones criminales, tienen la hegemonía para controlar plazas con la finalidad de poner en marcha su maquinaría de delitos que van desde ejecuciones, levantones, secuestros, cobro de piso, extorsiones.
Cártel de Jalisco Nueva Generación y Pacífico, tienen, 20 estados donde se concentra más de 60 por ciento de la violencia criminal; los territorios más críticos son Guanajuato, Michoacán, Guerrero, Estado de México, Sinaloa, Sonora, Quintana Roo y Baja California.
En estas entidades la creciente violencia, sigue sin parar, violencia que genera más violencia, desencadena miedo y una serie de delitos que no son cuantificados, ni vistos desde la óptica del gobierno del cambio de la 4T.
De acuerdo con documentos oficiales del gabinete de Seguridad del Gobierno Federal, denominado “Carteles de la droga que operan en la República Mexicana, correspondiente año de 2020”, se observa un cambio sustancial en las grandes organizaciones criminales que se fraccionaron, dando paso a diversas escisiones; sin embargo, la hegemonía recae en dos organizaciones criminales que han traspasado las fronteras a Europa, Asia, África y Continente Americano.
El cártel del Pacífico, también conocido como Sinaloa, fue fundado en 1989, es uno de los más antiguos de México, considerado el más grande y el que tiene mayor presencia en Estados Unidos.
Con la captura de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”, el mando de la organización criminal en la actualidad, se lo dividen Ismael Zambada García, alias “El Mayo” con Ovidio, Iván y Jesús Alfredo, conocidos como “Los Chapitos”.
Con diversas células y alianzas con organizaciones locales, el cártel de Sinaloa tiene sus centros de operaciones para la producción, almacenamiento y distribución de estupefacientes en Baja California, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Sinaloa, Zacatecas, Jalisco, Colima, Querétaro, Estado de México, Ciudad de México, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Quintana Roo.
Para que la acuña apriete, debe de ser de la misma madera. El Cártel Jalisco Nueva Generación, en sus inició fue el brazo armado del Cártel del Pacífico para enfrentar a los Zetas. Con los años, se independizó.
En la actualidad, es el cártel de mayor crecimiento, expansión y uno de los más violentos de México, bajo el mando de Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”.
Con las alianzas que ha realizado en la última década el Cártel Jalisco Nueva Generación, logró el control parcial de Baja California, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Sinaloa, Zacatecas, San Luis Potosí, Nayarit, Colima, Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Estado de México, Ciudad de México, Puebla, Morelos, Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Chiapas y Quintana Roo para sus actividades ilicítas.
Los contantes enfrentamientos de células antagónicas de estas organizaciones criminales, han aumentado la violencia que ha alcanzado a poblaciones enteras que han decidido abandonar sus casas mientras el Presidente Andrés Manuel López Obrador, sigue siendo un hombre de paz, de abrazos no balazos, un cómplice del crimen organizado.
