Fernando Moctezuma Ojeda.
El próximo miércoles veremos, posiblemente, uno de las movilizaciones más grandes en materia feminista de las que tengamos registro; y no porque sea un tema nuevo, sino porque a lo largo de los últimos años, este Gobierno ha dejado cada vez más que deber a la causa.
A pesar de que, en febrero de 2020, a secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, afirmó que Andrés Manuel López Obrador es el “presidente más feminista” del México contemporáneo; su administración queda reprobada en dicha materia –como en tantas otras–.
Podemos recordar, por ejemplo, cómo en septiembre de 2021 el mandatario aseguró que el movimiento feminista de nuestro país se trataba de una obra “de los conservadores”, y pidió a las mujeres “no dejarse manipular por la derecha”.
Sin embargo, lamentablemente desde 2018 para acá, la cifra de feminicidios no ha dejado de aumentar. Pues en aquel año, se registraron 898 feminicidios; en 2021, 978; mientras que, en septiembre de 2022 las víctimas de trata aumentaron en un 75 por ciento, en comparación de todo 2018; y qué decir de los delitos de violencia familiar, que se dispararon durante la pandemia, al crecer de 210 mil en 2019, a 253 mil 700 durante 2021.
¡Ah, pero eso sí! De acuerdo con ‘los datos’ del titular del Ejecutivo, afirmó en mayo de 2020 que el 90 por ciento de llamadas de mujeres al 911 habían sido falsas.
A todo esto, podemos agregar una de las agresiones misóginas más visible y reciente que ha hecho López Obrador, al minimizar las amenazas de muerte que la ministra Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, –la primera mujer en su historia, cabe mencionar–.
“En una de esas, hasta fueron ellos mismos porque son capaces de eso, y de más. Así son los conservadores, tiran la piedra y esconden la mano. Muy chuecos. ¿Pero aquí (en la Conferencia Matutina) no hay conservadores, verdad? A ver, levante la mano el que es conservador”, dijo con sorna el presidente el pasado viernes.
Resulta entonces que con “el presidente más feminista” se eliminaron las escuelas de tiempo completo y estancias infantiles, instrumentos que apoyaban a la gran mayoría de madres solteras de nuestro país.
Con “el presidente más feminista”, aumentó la violencia de género, la brecha salarial, el acoso y abuso sexual, y los feminicidios.
El “gobierno más feminista” protege a hombres acusados de violencia sexual, como Néstor Vargas, aún consejero Jurídico y de Servicios Legales, acusado de abuso sexual, y Josafat Molina Arias, exdirector General de Regulación Territorial de la Consejería Jurídica de la capital, ambos funcionarios de la administración de Claudia Sheinbaum, abiertamente declarada feminista.
Ya ni qué decir del senador y presunto violador Félix Salgado Macedonio, de Morena, que no pudo ser gobernador, pero ‘mandó’ a su hija, o la senadora Rocío Abreú, también de Morena, que amenaza a la senadora Lilly Téllez con exhibir videos “no aptos para menores de edad” –se le olvidó la Ley Olimpia, aparentemente–.
El “gobierno más feminista”, con la llamada ‘legislatura de la paridad’ tiene detenidas iniciativas como la de la diputada Eufrosina Cruz Mendoza, del PRI, que busca castigar penalmente a quien incurra en matrimonios forzados con menores de edad o equiparable, así como la venta de niñas.
La “oposición más feminista” no ha podido reducir los índices de violencia de género en sus estados, ya no digamos en sus municipios, y mantienen entre sus filas a personajes como la senadora Téllez, que insulta a sus pares senadoras, o a la diputada local América Rangel, que hostiga a los movimientos, y qué decir del emecista y gobernador de Nuevo León, Samuel García, que tenía urgencia por olvidar el caso Debanhi.
Si la clase política, del partido que sea, tiene memoria corta, usted y yo, como ciudadanía, no lo podemos dejar así. Nada ni nadie nos va a devolver a las víctimas de feminicidio, o desaparecidas; tampoco a las que murieron en un aborto clandestino, ni podrá reparar el daño de las víctimas de acoso y abuso sexual, pero sí queda de todas y todos nosotros, seguir en pie de lucha para que las cifras que han aumentado en los últimos años, sean cada vez menores.
Dijo Emily Dickinson que “ignoramos nuestra verdadera estatura hasta que nos ponemos en pie”. Yo: #SóloDigoLoQueVeo.
JUEGO DE CARTAS:
NUEVO LAREDO: Hace ya una semana de que elementos del Ejército Mexicano acribillaron a un grupo de jóvenes a bordo de una camioneta en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y parece que, para variar, el Gobierno está a la espera de que ‘se enfríe’ el tema para dejarlo atrás. Hace ya cinco días que el diputado Checo Barrera, de MC e integrante de la Comisión de Defensa Nacional presentó un punto de acuerdo en el que exhorta a la Sedena a rendir un informe de lo sucedido y, de acuerdo con la última comunicación que sostuve con el legislador, hasta ahora no ha habido respuesta. ¿No estaban para cuidarnos? //CREEL: El diputado Santiago Creel Miranda, retó el 1 de marzo al presidente López Obrador a informar a la ciudadanía de qué vivió durante los años que no tuvo trabajo, y seguimos esperando respuesta. //PLAN B: Sin lugar a dudas, las esperanzas ahora están puestas en el Poder Judicial, y más concretamente en las y los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que se preparan para dar trámite a la oleada de recursos de impugnación, que se han presentado y se presentarán en contra del llamado ‘Plan B’ de la Reforma Electoral impuesta… ¡Perdón! Propuesta por el presidente. //DESCANSE EN PAZ: Desde aquí quiero enviar un abrazo solidario para toda la familia y amistades de nuestro compañero y amigo Carlos Acosta, reportero de gran trayectoria en el ámbito económico, que entregó su vida y profesionalismo a la revista Proceso. Que su memoria y legado perduren más allá del tiempo.
P.D: Los derechos no se piden. ¡Sí son formas!
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