Carlos Arturo Baños Lemoine.
El feminismo es un cáncer social, sin duda alguna. Toda institución que es tocada por esta nefasta mitología se pudre de inmediato, dando lugar al irracionalismo fascista. Antes que nada, muchas gracias a todos los uameros que me siguen enviando información sobre la toma de las instalaciones de la Universidad Autónoma “Mensopolitana” por parte de las feministas delincuentes.
Estudiantes de la Unidad Lerma de la UAM me han hecho llegar distintos oficios emitidos por las “autoridades universitarias”, como producto de las “negociaciones” que sostienen con las feministas delincuentes. Asimismo, me han hecho llegar distintos videos relativos a estas mismas “negociaciones”. Y de verdad, mis amigos, ¡qué lamentable panorama! Algo verdaderamente aberrante. Increíble que esa “casa de estudios” se haya convertido, en tan poco tiempo, en un vulgar centro de adoctrinamiento, de propaganda, de reclutamiento y de operación política de las sectas feministas.
Varios estudiantes de la UAM Lerma me han insistido en que, en esta Unidad, es en donde más se nota la presencia del llamado Bloque Negro, la pandilla de feministas delincuentes que se dedican a destruirlo todo y a agredir a las mujeres policías en cada marcha “por las mujeres”. Se trata de un grupo gansteril que usa la violencia anónima y el pandillerismo como forma de acción política. Siempre actúan con el rostro cubierto y varias veces han llegado a incurrir, incluso, en el delito de terrorismo.
Esos mismos estudiantes de la Unidad Lerma me informan que las feministas delincuentes, con apoyo de varones “aliades”, incluso han llegado a agredir físicamente a miembros de la Unidad que se atreven a criticarlas y a mostrarles oposición. De hecho, existe una carpeta de investigación “en contra de quien resulte responsable” por el delito de agresiones en agravio de un joven de nombre Aarón. En varios oficios de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México se menciona, claramente, al Bloque Negro.
Por eso resulta totalmente aberrante y reprobable que las “autoridades” de la Unidad Lerma les concedan “legitimidad” a estos grupos delictivos y porriles. Desde su nacimiento, la Universidad Autónoma “Mensopolitana” fue considerada incluso como una universidad ñoña, justo porque nunca había contado con la presencia de porros. Ahora ya los hay, gracias a las feministas delincuentes.
Lo peor, lo peor: hoy en día, las dizque autoridades universitarias de la Unidad Lerma no sólo no han interpuesto las correspondientes querellas en contra de las feministas delincuentes que mantienen tomadas sus instalaciones, sino que han llegado a sentarse a negociar con estas feministas delincuentes reconociéndoles “legitimidad”. Así como lo oyen: las dizque autoridades univesitarias de la Unidad Lerma están negociando con personas que delinquen a plena luz del día, en pandilla y con total impunidad.
Lo dicho: el feminismo es un cáncer social.
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Esta videocolumna de análisis, crítica y opinión es de autoría exclusiva de Carlos Arturo Baños Lemoine. Se escribe y publica al amparo de los artículos 6º y 7º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Cualquier inconformidad canalícese a través de las autoridades jurisdiccionales correspondientes.
