Chile.- En las elecciones para elegir a la nueva asamblea constituyente chilena, el Partido Republicano liderado por el excandidato José Antonio Kast, identificado con la extrema derecha nacional, obtuvo una importante victoria al recibir el 35% de los votos, lo que le da derecho a ocupar 23 de los 50 escaños que integrarán la asamblea.
El oficialismo del presidente Gabriel Boric, identificado como la izquierda nacional, quedó en segundo lugar con 28% de la intención de voto, lo que le permite ocupar 17 escaños y lo deja fuera de posibilidad de tener derecho de veto dentro de la asamblea constitucional. Por su parte, el partido de derecha tradicional, Chile Seguro tuvo un 21% de votos, lo que le valió para ocupar 11 escaños.
Si la extrema derecha del Partido Republicano y la derecha tradicional de Chile Seguro se unen, podrían aprobar lo que deseen para integrarlo a la propuesta de nueva Constitución, sin necesidad de dialogar con la izquierda nacional. Aunque finalmente, la propuesta final deberá ser aprobada por la población en general en una elección nacional.
El excandidato presidencial, José Antonio Kast, declaró que los resultados mostraban que habían vencido a un gobierno derrotado, mientras que el presidente Gabriel Boric llamó a los opositores a no buscar venganzas políticas y buscar construir una propuesta a través de consensos.
El proceso chileno para hacer una nueva constitución empezó con el estallido social de 2019, cuando los chilenos tomaron las calles de forma masiva para protestar contra el modelo neoliberal que se había instaurado en su país desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). De estas protestas nació la demanda de refundar el Estado chileno a través de crear una nueva Constitución.
En septiembre de 2022, una Constituyente liderada por fuerzas de izquierda presentó una propuesta de Constitución, definida por especialistas como avanzada en materia de derechos humanos, respeto a las minorías, cuidado del medio ambiente y participación ciudadana. Sin embargo, en las elecciones 62% de la población votó en contra del borrador, contra 29% que votó a favor.
Esto llevó a que el gobierno de Gabriel Boric empezara un nuevo proceso para integrar una nueva asamblea constituyente, esta vez menos integrada por movimientos y líderes sociales y más conducida por los partidos políticos. Ahora con la elección del domingo 7 de mayo, la Constituyente estará dominada por la extrema derecha y la derecha tradicional, quienes podrán crear una nueva Carta Magna chilena.
Con información de SPR
