Ciudad de México.- Por la noche del martes 06 de junio, el Canal Once (del IPN) dio inicio a la campaña “El ONCE abraza la diversidad”, actividad de difusión y sensibilización que se inscribe dentro del “Mes del Orgullo LGBTIQ+”.
En este marco, tuvimos la oportunidad de realizarle una breve entrevista a Nadine Gasman, mexicana de ascedencia francesa, quien es la actual Presidente del Instituto Nacional de las Mujeres, cargo que asumió desde febrero de 2019, tras ser nombrada por Olga Sánchez Cordero, la entonces Secretaria de Gobernación. De formación profesional en medicina y salud pública, Gasman ha sido activista, diplomática y funcionaria. La agenda feminista está en el centro de su actividad profesional.
La suya no ha sido una gestión sencilla, porque Nadine Gasman ha tenido que enfrentar problemas inéditos así como el agravamiento de problemas estructurales con respecto a la condición actual de las mujeres en México y el mundo.
Uno de esos problemas guarda relación con un serio conflicto que existe al interior del “movimiento de mujeres”: el choque frontal entre las mujeres “trans”, por un lado, y las feministas TERF (trans-exclusionary radical feminist), por el otro.
En concreto, las feministas TERF se niegan a aceptar a las mujeres “trans” como parte de su movimiento. Incluso han llegado a rechazarlas por considerarlas “agentes impostores al servicio del patriarcado”, ya que contribuyen a “invisibilizar” o a “relativizar” las opresiones médico-jurídicas y socio-culturales que padecen las mujeres “de verdad”, las mujeres “biológicas”, las mujeres “por naturaleza”.
Las feministas TERF consideran que los “varones disfrazados de mujeres” le restan esencia a la lucha feminista al “borrar” a las mujeres reales, ya que ellos no podrán jamás experimentar problemas fundamentales y fundacionales del feminismo, como los dilemas en torno a la salud sexual, a los derechos reproductivos (aborto y maternidad consentida) y a las prácticas erótico-afectivas (incluido el lesbianismo) de las mujeres reales, entre otros temas. Aquí, la biología sí importa.
Por su parte, las mujeres “trans” consideran que las posturas de las feministas TERF son “transfóbicas” y, por ello, tales posturas se constituyen como un “discurso de odio” que incentiva la violencia, la discriminación y la violación de los derechos humanos de todos los “diverso-sexuales”, no sólo de las mujeres “trans”.
El conflicto entre “trans” y feministas TERF se vive a nivel mundial y ha derramado mucha tinta (p.e. polémica entre las feministas Sheila Jeffreys y Judith Butler), sobre todo desde inicios del presente siglo; y parece que va en ascenso.
En México, y sólo como referencia reciente sobre el tema, en noviembre de 2022, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la empresa Siglo XXI Editores se vio presionada para cancelar la presentación del libro Cuando lo trans no es transgresor. Mentiras y peligros de la identidad de género, de la escritora y académica Laura Lecuona (UNAM). La autora incluso sufrió amenazas.
“Parte del acoso consistió en que algunos usuarios (de redes sociales) exigirían una explicación a la FIL sobre por qué se abría un espacio a Lecuona. Alguien más sugirió asistir (al lanzamiento) con bates con clavos; otros más advirtieron que irían a quemar los libros al stand en la FIL; y hubo quien insinuó que podrían dispararme”, declaró Laura Lecuona al periódico Excélsior (14 de noviembre de 2022).
“Empezamos a preocuparnos por mi integridad, ya que una cosa es defender la libertad de expresión y seguir adelante con la publicación —que hace aportaciones a un debate importante en este momento de la realidad mexicana y del mundo— y otra correr un riesgo tan grande. Si la FIL no iba a poder garantizar que no hubiera violencia y que no llegara gente a vandalizar el stand de Siglo XXI, era necio de nuestra parte insistir”, concluyó Lecuona.
Se trató de un claro y violento boicot por parte de la comunidad “trans” a la obra de unas de las académicas feministas TERF más conocidas de México.
Este conflicto no se puede negar y la pregunta obligada es: ¿qué postura ha tomado o tomará el Instituto Nacional de las Mujeres al respecto?
Nadine Gasman se muestra optimista y conciliadora: acepta sin ambages el derecho a ser de las mujeres “trans” abriendo la puerta a un diálogo tolerante y fecundo con las feministas TERF, y por ello mira con buenos ojos la campaña del Canal Once que recién inicia. Gasman considera que, como sociedad, todos necesitamos sensibilizarnos en relación con la diversidad sexo-genérica, con todo lo que ésta supone y conlleva; hay que mirar las cosas con nuevos ojos, para favorecer la inclusión y la no-violencia hacia ningún grupo del gran colectivo de la diversidad.
Lo más importante: el reconocimiento de todos los derechos para todos, sin sustraernos a la discusión civilizada, que siempre debe ser bienvenida.
Hasta ahora, Gasman no ha considerado necesario abrir un espacio especial para abordar y procesar dicho conflicto. Piensa, más bien, que el INMUJERES debe incorporar toda posible polémica teórica o práctica al quehacer institucional cotidiano.
Finalmente, Nadine Gasman insiste en la fructífera labor que llevan a cabo los medios públicos, como el Canal Once, en la difusión de materiales y en la construcción de espacios que contribuyan a colocar el tema de la diversidad sexual en un primer plano de la agenda nacional.
La ocasión fue propicia para abordar otros temas, como el asesinato de mujeres y la violencia que se ejerce entre mujeres.
Aquí la entrevista a Nadine Gasman:
Por Carlos Arturo Baños Lemoine (texto, fotos y video) / Editor en Jefe de “El Arsenal”
