Carlos J. Pérez García.
Algunas veces he comentado que una legislatura o un gobernante no podía ser peor que quienes lo antecedieron, y a menudo me he equivocado. Igual sucede con los annus horribilis como el que terminó anoche… en comparación con el que inicia hoy.
Mientras no cambien ciertas cosas, habremos de vivir la continuación y acumulación de un serio empeoramiento. Ojalá no fuera así, pero tampoco veo cómo se pueda evitar… si acaso, es aconsejable un gran esfuerzo para atenuar los efectos sobre cada persona a partir de los aprendizajes del año pasado.
Miren, sobresale una inexplicable frase del actual presidente: la pandemia “nos vino como anillo al dedo…” a fin de afianzar la transformación. Entre tantas tonterías, es éste un enigma que no ha sido resuelto y la posibilidad de entenderlo pasa de un año a otro. Se ha criticado mucho su visión equivocada de la grave crisis sanitaria, y también que considere positivo algo que tanto dolor ha causado.
En casos como éstos no cesan los autoelogios o triunfalismos aun con las estridentes fallas de López-Gatell o Bartlett en sus respectivas áreas. El presidente podrá decir que la bronca es con él, que ya no hay impunidad o que va a regalar vacunas (en un período electoral) y a revivir el poder monopólico de CFE.
El 2021 nos deberá mostrar si algunas desgracias se pueden detener o incluso revertir, pero la esperanza de que el autocrático mandatario corrija sus despropósitos se me hace muy contra corriente. Basta con asomarse a las mañaneras para confirmar que nunca va a cambiar ni rectificar decisiones tan erróneas y destructivas.
Caen inclusive en el autoelogio y el rechazo a cualquier sugerencia para mitigar o detener las evidentes desgracias en materia de economía, seguridad, salud, energía, corrupción, impunidad, desempleo, pobreza y abasto de medicamentos. Con sus otros datos, niega nuestra peor crisis en un siglo: al acumularse todo, un año más malo empezaría hoy si no deja su soberbia y necedad.
Bueno, los estados tal vez se puedan aislar de algunos de los impactos negativos de una supuesta Cuarta Transformación, que resulta una aspiración utópica, incompleta y no muy ordenada… contraproducente fuera del gobierno y su partido.
En fin, el propio AMLO se llega a engañar con una encuesta que lo colocaba en segundo lugar entre una docena de mandatarios, la cual con todo incluye populistas como Bolsonaro, Modi, López Obrador, Trump y Boris Johnson. Da ternura y, la verdad, no poca preocupación por México… imaginen ustedes: si se considera ahora de los mejores del mundo, ¿qué podemos esperar los próximos años?
Resulta lamentable, eso sí, que le interese más la imagen (su popularidad) que el país. Con todo, les deseo a ustedes ¡muy feliz año!
* LA SUERTE ES UN factor en política. De hecho, algunos gobernantes nada aptos tienden a estar pendientes de su buena fortuna o a defenderse con que tuvieron mala suerte. El presidente usa
amuletos o estampitas “milagrosas”, a la vez que recurre a ceremonias de “limpia” (el día de su toma de posesión, al cumplir dos difíciles años, y en este inicio del nuevo año).
Ha dicho que debemos madrugar porque “temprano se reparten los pedacitos de suerte”, un refrán que como otros suyos parece de su abuelita. También cree en su “fuerza moral” (no de contagio) frente a la pandemia, según le señaló un subalterno politiquero y sumiso, por encima del pésimo ejemplo de desdeñar el uso del cubrebocas.
Hoy, ya el nuevo año, el presidente tenía prevista una ceremonia en el Templo de la Reina Roja en la zona arqueológica de Palenque, para “pedir que le vaya bien a México en el 2021”. Sin embargo, explica que decidió cancelar su viaje a Chiapas con la idea de corregir acá varias insuficiencias del sector Salud ante la gravedad de la pandemia (que tanto minimizó a lo largo del 2020).
* ES INCREÍBLE QUE, EN la candidatura a gobernador del partido oficial, puedan prevalecer intereses económicos y políticos o de género que son ajenos a San Luis Potosí y muy negativos para el estado. Aunque Juan Ramiro Robledo viene a ser un candidato lógico y sólido, sin los problemas de las sansores o los macedonios, al poder del centro le preocupen menos los estados que el Congreso nacional.
@cpgarcieral
